¿Cómo elegí el nombre de mi sitio web?

Esta es una de las preguntas que más veces recibo en mi buzón de correo electrónico. Doy las claves necesarias para que resulte más fácil el proceso de elección del nombre de un dominio.
Características fundamentales de un buen dominio

Los dominios web de calidad se caracterizan por tener un nombre corto y fácil de recordar. Al mismo tiempo, suele tratarse de una palabra que define el tema principal del sitio web correspondiente. No obstante, no es adecuado obviar ciertos aspectos técnicos complementarios que hay que encontrar entre la oferta de servicios de una empresa especializada. Me refiero al alojamiento web, a la atención personalizada las 24 horas y a un plan de precios que se adapte al crecimiento progresivo de la página. La combinación de los factores anteriores da como resultado una nueva forma de abrir en Internet un negocio o una web divulgativa con los contenidos que prefieras. Asimismo, hay que tener en cuenta una sólida estrategia de SEO, una campaña de SEM y distintos elementos relacionados con la velocidad de carga de la web para que los buscadores no sancionen su posicionamiento. Pero antes de la parte técnica hay que centrarse en crear un término que defina muy bien de qué va el sitio web y cuáles son sus objetivos.

Entre los consejos para como elegir el nombre de un dominio siempre apuesta por evitar aquellas palabras que tienen más de cinco sílabas o que son compuestas. No olvido que la inclusión de algún signo ortográfico puede provocar que sea más difícil escribirla, así que es mucho más adecuado evitarlo. Suelo considerar que el nombre del dominio va de la mano del logotipo. Si cuando paseamos por la calle vemos un logotipo y sabemos de qué marca se trata es porque se crea una asociación de ideas inmediata en el cerebro. Semejante meta es más fácil de conseguir si se elige una palabra adecuada para designar un sitio web.
Algunos consejos eficaces para un nuevo dominio web

Para que la inversión sea más rentable es apropiado no contratar planes de precios que incluyan todos los servicios, pero sin determinar claramente qué tipo de alojamiento se ofrece (debe ser individual) o la capacidad de adaptación del sitio web a nuestras necesidades. Lo más recomendable es evitar los cantos de sirena y apostar por un precio justo y una oferta escalable.

En definitiva, se trata de convertir el sitio web en un seguro de viaje que permita que quien lo gestiona, y quien lo visita, tengan siempre una experiencia acorde a sus expectativas. En no pocas ocasiones resulta frecuente encontrar palabras enrevesadas, errores de redacción y similares. Solo un término corto, directo y sencillo es sinónimo de éxito. De no tener la creatividad necesaria, puedes contratar los servicios de una empresa especializada que te guíe durante el proceso. Una tormenta de ideas o compartir nuestra opinión con quien podría ser el usuario potencial son medidas muy adecuadas para conseguir la meta final: generar tráfico orgánico y conseguir un óptimo posicionamiento en los buscadores más utilizados.

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